Un ejemplo extraordinario de la experiencia en la fabricación de barcos es la pintura y el barnizado de la carpintería. Este proceso todavía sigue el método original de Carlo Riva, que supone 24 capas aplicadas a mano, con muchísimo esmero, para proteger a la madera de los destrozos del agua salada y conseguir un acabado brillante perfecto. Asimismo, los tornillos todavía se colocan con la máxima precisión en la misma dirección, con las cabezas pintadas a juego con el color del casco.
La gama de Riva cuenta con un amplio surtido de tamaños y tipos, con yates de fibra de vidrio entre 8 y 33 metros, incluidos los modelos open, sportfly y flybridge.
Con un equipo especial en el astillero de superyates de Ancona, la nueva división de superyates de Riva diseña, desarrolla y construye megayates de desplazamiento de entre 50 y 90 metros de eslora.